Presentado por: Garrett Lenderman
No me enamoré de la lectura hasta que me vi obligada a leer Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.
Leí esta gran novela americana para un curso de inglés en secundaria porque, como la mayoría de los alborotadores, me vi atrapado en una situación comprometida. Podía leer el libro, aprobar el examen y aprobar la asignatura, o ir a la escuela de verano. Fue una decisión fácil de tomar y, para mi sorpresa, no tuve que forzarme a leer el libro. De hecho, lo leí como un rayo.

Como fanático de los superhéroes de toda la vida, animado por una hora de dormir flexible, en las noches en que mi madre y yo veíamos la serie de TV no exitosa Lois y Clark, disfrutaba comparando a Atticus Finch con Superman. Los dos personajes me inspiraron de manera similar. Los veía a ambos como personas que hacían lo correcto frente a la adversidad, y también como personas que se negaban a tomar la salida fácil.

A diferencia de Superman, Matar a un ruiseñor me demostró que no hacen falta superpoderes para hacer algo significativo o extraordinario. Cualquiera que haga lo correcto puede ser el héroe de otro.

Edad: 25 años
Título: Investigador y escritor
Ciudad natal: Roswell, Georgia
Atticus Finch y Superman
