Presentado por: Marty Kennedy, voluntario de BookSpring
¿Recuerdas cuando, de niño, te diste cuenta por primera vez de que había algo más allá del limitado mundo de ti mismo? ¿Fuera de la casa, la ciudad, el estado, el país y la tierra donde vivías? ¿Pudo ser cuando observaste el centelleo de innumerables estrellas en el cielo nocturno? ¿O, posiblemente, cuando cargaste con la responsabilidad de tu primera mascota? Yo fui testigo de ese momento tan especial en la vida de mi nieto.
¿Qué provocó su descubrimiento? Todo lo que se necesitaba era un libro.
Desde la primera palabra que leyó, vi su asombro y entusiasmo. Encendió posibilidades que no se le habían ocurrido a su joven mente. Esa experiencia le proporcionó curiosidades que continúa alimentando, como adolescente, hoy en día.
La lectura siempre señalará horizontes que no sabía que existían. Abre su corazón a las ideas y a los desafíos. Alimenta su hambre de aprender. La lectura continuará moldeándolo como individuo; y a nosotros, como pueblo.
No recuerdo el título del primer libro de mi nieto. Puede que fuera El gato en el sombrero o, tal vez, Buenas noches Luna. Sea lo que sea, siempre estaré agradecido por el don de la lectura.
